Hoy te traemos unas cuantas razas más de gato para que los conozcas un poco mejor. Aquí la parte 2

1) Angora turco

Las investigaciones genéticas confirman que el angora turco es, efectivamente, una de las razas de gatos más antiguas del mundo. Su pelaje largo fue fruto de una mutación natural y no de la selección llevada a cabo por el hombre, un rasgo que diferencia la historia de su cría de la de otras muchas razas felinas.

2) Australian mist

El australian mist, conocido también como gato de la niebla, es la única raza de gatos del continente australiano. Criado a partir del gato burmés, el abisinio y el gato doméstico, esta raza mansa y cariñosa es ideal como gato de interior. Este minino australiano debe su nombre al patrón típico de su pelaje, que pareciera estar cubierto por un ligero halo.

3) Azul ruso

El azul ruso es un gato mediano, con un cuerpo grácil, patas largas y un peso de entre 3 y 5 kg, por lo que es muy distinto a los fornidos gatos británicos de pelo corto. En cambio, el cartujo se le parece bastante, menos en los ojos, que son de color amarillo mientras que los de los azules rusos son de un brillante color esmeralda. Su cabeza es cuneiforme y sus ojos y orejas están muy separados. Un rasgo distintivo son sus mejillas pronunciadas, que le otorgan una expresión facial característica.

4) Bengala

A principios del siglo XIX, podían encontrarse en los zoológicos europeos gatos híbridos de gran tamaño. No resultaron muy prácticos para los zoos; sin embargo, dieron el salto al mundo de los pequeños felinos con gran éxito: la cría de los gatos híbridos salvajes ―resultantes del cruce de un gato salvaje con uno domesticado― se extendió aún con más entusiasmo. El ejemplo más conocido es el bengalí, que nació de un manso gato doméstico y un gato leopardo asiático salvaje. El resultado: una raza felina que fascina por su cuerpo alargado y su extraordinario color de pelo, pero que, debido a la proximidad con sus antepasados salvajes, necesita a veces una persona experta a su lado.